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A raíz de otras experiencias del pasado (Soy Liebre y La Nación+), el equipo digital del diario más prestigioso de la Argentina nos invitó a jugar a imaginarnos el camino que podría tomar su portal online lanacion.com.ar. La consigna fué muy simple: “libertad para jugar y proponer el arte e ideas que quisiéramos”, para luego hacerlas decantar hacia el proceso de rediseño que ya estaba en camino… sería algo asi:
Como en todo juego, es necesario que existan reglas. Como lo más divertido de diseñar una interface es poder verla online es necesario que la misma cumpla con ciertos requisitos, por eso quisimos ser sinceros en proponer ideas que, por más rebeldes que fueran, pudiesen ser implementadas en la realidad y que estuviesen alineadas con la identidad del canal digital.
Fueron solo dos reglas, pero bien simples y claras:
¡Importante! No olvidemos que se realizó una exploración artística que sirviese de inspiración creativa para el equipo de diseño digital de La Nación, no se trató de una consultoría en experiencia de usuario, sino de sumarnos al equipo para aportar un punto de vista artístico fresco, visualmente distinto y subjetivamente hermoso.
Visualmente impactante con una bienvenida a pantalla completa, fotográfica, directa, impactante. No hay dudas de cuál es la noticia más relevante del momento. Con esta propuesta buscamos seducir al lector, cautivarlo y sumegirlo en la noticia para que luego bucee el portal.
Con un menú simplificado y una fuerte presencia de marca buscamos evocar el porte editorial de la reconocida edición impresa que se hace presente en la grilla sobre la que construímos los diferentes estados ánimo que hacen a los segmentos y categorías. Con un claro enfoque clásico, quisimos proponer la reinvención del portal de noticias a través de los ojos del oficio del diseño: estilizado, armónico, sugestivo y simbiótico con la información que contiene.
Estructuralmente disruptiva e informativamente moderna. A través de una infografía interactiva trajimos el mundo impreso a la vida: editorialmente estructurado y digitalmente interactivo.
Se propuso un menú lateral siempre visible con compuesto por el acceso al menú, así como los principales widgets que el usuario decida tener a la vista (clima, cotización de monedas, próximo partido de su equipo, estadísticas de su partido político, etc. Todo dato puede convertirse en widget)
A modo estructural se diseñó una grilla con número impar de columnas, lo que nos permitió crear espacios sistemáticamente irregulares que aportaran ritmo en la lectura y en la construcción de espacios que, junto a los destacados fotográficos, descontracturasen la sistematización del feed de noticias.
En la era de las estadísticas y la sistematización absoluta son muy pocas las oportunidades que se tienen de jugar y volar artísticamente.
Así pasó el primer paso de este desafío, que continuó con la selección de aquellos hallazgos que el equipo consideró que reunían el factor inspirador con la posibilidad de ser aplicados en el proceso de producción que ya estaba en marcha.
Pasamos a diseñar, bocetar y proponer en conjunto la mayor cantidad de componentes y variaciones posibles a fin de construir una librería rica en posibilidades que permitieran reflejar la intensidad y diversidad editorial de las noticias que se publican constantemente.
Una vez diseñada la línea creativa/visual, colaboramos codo a codo desde las oficinas de La Nación en la aplicación de estos elementos así como en el diseño de páginas y secciones que fuesen necesarias para cumplir con el –siempre apretado– cronograma de lanzamiento.
Estamos muy orgullosos y eternamente agradecidos con el equipo digital de La Nación de haber sido parte de ese proceso, en el que pudimos colaborar y aportar nuestro arte y creatividad al diseño del portal digital del diario más importante del país.
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